viernes, 7 de enero de 2011

Utopías mojadas.


per a tu mama!


El invierno llora diamantes efímeros, danzantes, en el aire cargado de vicios y feroces utopías que forman charcos de esperanza en las aceras. Mientras el hambre de sueños empapa las almohadas, los pájaros vuelan arrastrando nubes de silencio que flotaban entre nosotros, que ya se ha ido, que ya no están, pues las palabras dulces se alzaron entre las murallas de orgullo y ceguera. Ahora el camino allanado con caricias, que nunca fue tan difícil de recorrer, y precisamente por eso se hace un atado al hombro esculpido en matices de oro y tristeza y empieza paso tras paso el añorado regreso, vuelta a casa, la sutil distancia. Alza mi mano una sábana cálida, nuestra bandera, es de arena nuestro castillo y la locura, que siempre nos acompaña, vendrá con nosotros vestida de fiesta con sus mil caras centelleantes de alegría. Son sólo unos minutos tal vez, una utopía cogida del suelo, quien sabe cuando volverán las tormentas a empañarnos los ojos y a nublarnos las mentes. De momento somos niños chicos haciendo promesas de barro, con las manos manchadas de tierra, cuentos de plata con ornamentos, burla a las aves y al mal tiempo. Pronto alzaré el vuelo, cuando me encuentre con la desafiante mirada de la noche, reflejada en mis ojos negros, negro sobre negro, lienzo oscuro sobre el que pintaremos dos sonrisas traviesas.


Violeta 2011.

miércoles, 5 de enero de 2011