jueves, 16 de diciembre de 2010

La Piesdorados


Este semana, gracias a las precisas indicaciones de Carmen, -tiene vocación de erudita- y a sus intentos ¿vanos? de espolearnos, he reiniciado la lectura del libro, La ciudad y los perros con nuevos bríos y nuevas expectativas... Y hablando de expectativas quiero deciros que tengo la sensación de que con algunos libros, como este por ejemplo en que las reuniones languidecen, se mustian y pensandopensando se me ocurre que un libro como este merece la pena.
¿Por qué? Yo creo que un libro como este, sin estructura convencional, diría que con una estructura que nos propone saltos en el tiempo, en el espacio, en los personajes narrantes, con varias voces narradoras, tan coral y que sin embargo es capaz de, como mínimo, dejarse leer, merece la pena porque creo que es una novela que propone una búsqueda narrativa diferente y que analiza estadíos diferentes de la narracíón/novela, un experimento válido, bajo mi punto de vista que no nos debe dejar indiferentes, que no nos debe desenimar. Creo que debemos ponernos a ello, vale la pena, y es, posiblemente, el alimento del que hablaba el poeta Lorca.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Sobras de afecto y amistad


POEMA



Mi vida parece sin misterio y monótona

a quienes me ven de paso a la oficina

en las mañanas apuradas.

La verdad es muy distinta.

Cada noche debo salir a pelear

contra un espíritu malvado

que, valiéndose de disfraces
-perro, grillo, nube,
lluvia, vago, ladrón-
trata de infiltrarse en la ciudad

para estropear la vida humana

sembrando la discordia.

A pesar de sus disfraces yo

siempre lo descubro

y lo espanto.

Nunca ha conseguido engañarme

ni vencerme.

Gracias a mí, en esta ciudad

todavía es posible la felicidad.

Pero los combates nocturnos me

dejan exhausta y magullada.

En pago de mis refriegas contra el enemigo,

les pido unas sobras de afecto y amistad.


Mario Vargas Llosa

Nueva York, noviembre de 2001




http://www.youtube.com/watch?v=j9lL4MVuWmw


sábado, 20 de noviembre de 2010


FABRICANDO RECUERDOS

Cómo me pesa el lastre de tu recuerdo, aún clavándose en mi alma como un aguijón maldito que va dejando cerco y marca, camino de hormigas en mi pecho.

Cómo me duele ver las miles de ramificaciones en las que el dolor se convierte, como las miles de espinas que las rosas llevan, aclamando su fiereza, las mismas rosas que rodean tu tumba, que me llama esperando que derroche lágrimas donde otros rostros anónimos derramaron las suyas.

Cómo me quema saber que viviste muriendo y aún así las manos las tenías agarradas a las faldas de la misma vida que te soltó en el ultimo instante dejándonos a solas con tus recuerdos, algunos de ellos enclaustrados en una cajita azul que cierta personita lleva siempre consigo, como el mayor de sus tesoros.

Debo dejar que el tiempo convierta en sonrisa lo que ahora es tristeza, que vuelva a colocar las piezas del puzzle que forma tú cara, humilde diosa de la guerra.

Sin escucharte realmente, te escucharé reír, y sin verte, te veré venir, con tu vieja silla de ruedas, que ya acumula polvo, comentando lo mal que te han dejado el pelo.

Adiós de corazón, de los que nos quedamos abajo, con todo nuestro pesar por tu falta, con todo nuestro alivio por tu descanso, con una huella imborrable de lo que fuiste y serás, huellas que al caminar dejamos en la arena y que ya el viento barre.

Estés donde estés, seas lo que seas, polvo y ceniza, reconocerás la piña en la que nos hemos convertido desde allí donde nos observas, au revoir.


Amb tota la meua estima, Violeta.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Mi pequeño homenaje



"...Debo fingir que hay otros. Es mentira. Sólo


eres tú.


Tú, mi desventura y mi ventura, inagotable y


pura..."
.
.
.
.
.
.
.
AUSENCIA
.
Habré de levantar la vasta vida
que aún ahora es tú espejo:
cada mañana habré de reconstituirla.
Desde que te alejaste,
cuántos lugares se han tornado vanos
y sin sentido, iguales
a luces en el día.
Tardes que fueron nichos de tu imagen,
músicas en que siempre me aguardabas;
palabras de aquel tiempo,
yo tendré que quebrarlas con mis manos.
¿En qué hondonada esconderé mi alma
para que no vea tu ausencia
que como un sol terrible, sin ocaso,
brilla definitiva y despiadada?
Tu ausencia me rodea
como la cuerda a la garganta,
el mar al que se hunde.
.
Jorge Luis Borges





viernes, 12 de noviembre de 2010

Tu voz


Tu voz suena en mi cabeza sin cesar, a veces cantarina, a veces socarrona, otras triste, alegre, con toda tu fuerza, con toda tu debilidad, y no hay manera que salga de ahí, tampoco quiero, al contrario, me recreo, me sonrío y me entristezco y me alegro y lloro y siento repasando la parcelita que me ha tocado de tu vida que es lo que me va a quedar para siempre y contigo se ha ido lo que te tocó de la mía.
Gracias

martes, 26 de octubre de 2010

QUE DIFIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIICIL!!!

Míralo, con esa cara de "yo no he sido". O yo estoy muy mal, o me tendréis que dar la razón de que es uno de los retos más difíciles que nos hemos puesto. A quien corresponda, necesito una buena introducción o buen machete para entrar en esta selva.

viernes, 15 de octubre de 2010

¿De qué autor te declaras fan incondicional?


Mi planteamiento es el siguiente, de todos los escritores que hemos leído hasta el momento, ¿de quién os declararías fan absoluto?

Esto viene a colación porque estoy leyendo “Mientras agonizo” de W. Faulkner y me parece magistral. Todo lo que hemos leído de él me ha gustado muchísimo, así que yo me declaro fan de FAULKNER.
Me gustaría dejaros una pequeña muestra, que quizá sacada de contexto no os parezca tan genial como me lo ha parecido a mí.
Se trata de una madre de familia que acaba de fallecer:
“…Y a la mañana siguiente lo encontraron tumbado en el suelo en camisa, dormido como un buey muerto, y la tapa de la caja llena de agujeros y el berbiquí nuevo de Cash roto en el último de ellos. Cuando levantaron la caja descubrieron que dos de los taladros le habían agujereado la cara.
Si esto es un castigo de Dios, no es justo. Porque el señor tiene cosas mejores que hacer. A la fuerza tiene que tenerlas. […..]No hay derecho. Que me condene si lo hay. Porque que El dijera: Dejad que los niños se acerquen a Mí, no lo arregla tampoco.”

¿No os recuerda mucho a Flannery O’Connor? De la cual también soy fan…

Tengo que decir que también me han gustado la mayoría de rusos, pero sólo hemos leído un libro de cada uno y por tanto no creo que tenga suficientes argumentos para declararme fan de alguno, aunque Dovstoiesky tendría todas las papeletas.

Bueno, a ver si os decidís por alguno!!!

lunes, 13 de septiembre de 2010

Miércoles 15 // 20 h entrega de libros



Título: Verano

Autor: J.M. Coetzee

Editorial: Mondadori

Páginas: 272

Precio: 18,90 euros - 5% = 18,00 €

martes, 7 de septiembre de 2010

BLA, BLA, BLA



Hablar por hablar:

1. ¿Por qué las gaseosas tienen jugo artificial de limón y los detergentes jugo natural de limón?
2. ¿Por qué Tarzán estaba siempre afeitado?

3. ¿Por qué los Picapiedras festejaban Navidad si vivían en una época antes de Cristo?

4. ¿Por qué los filmes de batallas espaciales tienen explosiones tan ruidosas, si el sonido no se propaga en el vacío?

5. ¿Si los hombres son todos iguales, por que las mujeres eligen tanto?

6.. ¿Por qué las mujeres abren la boca cuando se maquillan los ojos?

7. ¿Cómo se escribe el cero en números romanos?

9. Cuándo inventaron el reloj, ¿como sabían que hora era, para poder calibrarlo?

10. ¿Por qué hay gente que despierta a otros para preguntar si estaban durmiendo?

11. ¿Cómo puedo saber cuántas vidas le quedan a mi gato?

12. ¿Por qué las cosas siempre se encuentran en el último lugar donde se las busca?

14.. ¿Dónde está la otra mitad del Medio Oriente?

15. ¿No es algo poco tranquilizante que los médicos se refieran a sus trabajos como 'prácticas'?

16. ¿Por qué utilizan agujas esterilizadas para dar una inyección letal?

17. ¿Qué hay que hacer si uno ve un animal en peligro de extinción comiendo una planta en peligro de extinción?

18. ¿Adónde van los trabajadores del campo cuando, cansados de su trabajo, deciden 'alejarse de todo'?

19. ¿Por qué los cementerios tienen los muros tan altos, si los que están dentro no pueden salir y los que están afuera no quieren entrar?

20. ¿Por qué 'separado' se escribe todo junto y 'todo junto' se escribe separado?

21. ¿Por qué en 'el día del trabajo' nadie trabaja?

22. Si la lana se encoge al mojarse... ¿por qué las ovejas no encogen cuando llueve?

23. Se dice que solo diez personas en todo el mundo entendían a Einstein. Si nadie me entiende a mi, ¿soy un genio?

24. Si nada se pega al teflón... ¿cómo pegan el teflón a la sartén?

25. Si una tostada cae siempre del lado untado y un gato cae siempre sobre sus patas... ¿qué pasaría si atamos la tostada en la espalda del gato?

26. Si la caja negra de los aviones es indestructible... ¿por qué no harán todo el avión de ese mismo material?

Y MÁS..... PREGUNTAS QUE LA CIENCIA NO PUEDE RESPONDER...

-Un parto en una calle... ¿es alumbrado público?

- Si quiero comprar un boomerang nuevo, ¿cómo hago para deshacerme del viejo?

- Si el congelador de una heladera se encuentra a no más de 10 grados bajo cero, y en la Antártida en un invierno muy frío la temperatura ambiente llega a 50 grados bajo cero. ¿No podrían calentarse las personas entrando a los congeladores?

- ¿Por qué no hay comida para gatos 'con sabor a ratón'?

- ¿Hasta dónde se lavan la cara los pelados?

- ¿Por qué apretamos más fuerte los botones del control remoto cuando tiene poca batería?

- El mundo es redondo y lo llamamos planeta. Si fuese plano... ¿lo llamaríamos redondeta?

- Si un abogado enloquece... ¿pierde el juicio?

miércoles, 25 de agosto de 2010


“Mi novela, como todo lo que escribo –decía la norteamericana Flannery O Connor – no obedece a un plan, y debo escribir para descubrir lo que estoy haciendo. Como la vieja dama del cuento, no sé bien lo que pienso hasta que no lo tengo escrito delante de mis ojos”.

Esto decía la Flannery de sí misma y su escritura y yo con ella tengo la sensación de cualquier melocotonero de mercadillo : “Que me lu quitan de lah manoh” y es que la leo, me deleito, me pierdo, me encuentro y cuando acabo, con uno de esos finales que ella te planta al asalto, pienso. invariablemente, que, muy a pesar mío, otra vez, se me ha ido de las manos y que eso que acabo de leer tiene mucho más de lo que yo llego a atisbar, a entrelinear.
No me importa mucho, salvo por la desazón que me produce mi evidenciada ignorancia, pero como decía no me importan mucho los melocotones que pierdo a cambio de los que llego a saborear a lo largo de todo el relato y es que tiene una prosa admirable, que describe la realidad de una manera vívida, que poco falta para sentir hasta los aromas de lo relatado y ello en toda su crudeza, sin sugerir un mínimo de sentimentalismo o piedad hacia los personajes o hacia los lectores a los que nos enfrenta a una “humanidad” brutal: El ser humano en su vertiente más desesperanzada, en un enfrentamiento continuo entre personas, contra sí y contra el resto, en el cual surge y vence lo más lamentable de lo humano, dejando un atormentado sinsabor ante tanta inclemencia.
Resultan la mayoría de relatos duros de leer, quizás por lo enojoso de enfrentarnos a la crueldad tosca y natural del ser humano en su lucha por sobrevivir, indiferente a la compasión y a la sensibleria cuando el medio resulta hostil, cuando toda la sapiencia no es suficiente para subsistir.
Dicen por ahí que Flannery O’Connor es católica. Me sorprendo que se pueda aseverar así tan categóricamente, pues yo no diría que es atea, pero de ahí a hablar de catolicismo, precisamente, con lo que esto implica de disciplina, de moverse dentro de los márgenes de la doctrina (de adoctrinamiento) cristiano, pues creo que no, a no ser que hablemos de “catolicismo sureño” que eleve a grotesco el catolicismo como tal. Más bien me quedo con lo que la propia autora dice: “Mis lectores son la gente que cree que Dios está muerto. Al menos ésa es la gente para la que soy consciente que escribo”. Más que escritora católica, me parece a mí esta mujer una especie de precursora de la teología de la liberación, porque siempre, y no veladamente, crítica las pautas dogmáticas, a las personas de la religión, curas y pastores, que no saben acercarse a su rebaño que pastorean desde sus teorías sin unirlas con la –cruda- realidad.


Bueno, esto más o menos, así corriendo, corriendo, lo que se me viene a la cabeza de la escritora que estamos leyendo, con la morriña de no poder asistir a las reuniones para poder confrontar, escuchar todas las opiniones que habrá despertado, porque seguro que sin palabras no deja la Flannery O'Connor, de quien no sé si leeré algo más, pero a quien me alegro de haber llegado

jueves, 12 de agosto de 2010

Acerca de Flannery O´connor


Debido a la pertinaz sequía me veo obligada a cortar y pegar, a ver si así desengrasamos el teclado y las neuronas escritoras.


ARTICULO DE "elmundolibros.com" PUBLICADO EN ABRIL DE 2.002



MALDITOS, HETERODOXOS Y ALUCINADOS
Flannery O'Connor, el tremendismo de la enfermedad (XLVIII)

JAVIER MEMBA

Las tres grandes autoras, que más o menos a la sombra de William Faulkner diera el pasado siglo el Sur estadounidense -Carson McCullers, Eudora Welty y Flannery O’Connor - fueron igual de fatalistas. Pero la experiencia de esta última fue la más desdichada de todas. Marcada indeleblemente por la enfermedad, la existencia de "miss" Flannery, tanto o más que el tremendismo inherente a lo que José María Valverde fue a llamar el "Dixie limited", es la explicación al tremendismo que gravita en todas sus páginas, protagonizadas siempre por sujetos a caballo entre la perversidad y la locura.

Hija única de una acomodada familia ascendencia irlandesa afincada en Georgia, Flannery O’Connor vino al mundo el 25 de marzo de 1925 en Savannah. Su acomodada cuna habría de ser una de las pocas gracias que le concediera la suerte. Siendo la futura escritora aún una niña, los O’Connor se trasladarían a Milledgeville, donde la madre poseía una casa y una granja. Allí transcurriría la mayor parte de la breve existencia de Flannery. Licenciada en Ciencias Sociales por el State College for Women de Georgia, obtendría una beca para proseguir estudios en la Universidad de Iowa, donde seguiría un curso de creación literaria.

Padecimientos físicos

Sus primeras publicaciones datan de 1947, pero el reconocimiento de crítica y público no le llegará hasta 1952, con la aparición de 'Sangre sabia'. Lo que acontece en su páginas es la historia de un predicador desquiciado "de la Iglesia sin Cristo" que perderá la vista y será asesinado en una suerte de fantochada.

Además del aplauso del la crítica especializada, 'Sangre sabia' también suscitará el escándalo. Huelga decir que la propuesta argumental de nuestra escritora provocará las protestas de los sectores más carcas de la siempre puritana sociedad estadounidense. Aún así el fanatismo religioso, será un tema recurrente en toda la bibliografía del autora.

Pero la experiencia personal de Flannery O’Connor no guarda correspondencia con el éxito de su carrera literaria. Un año antes de la publicación de 'Sangre sabia' una grave enfermedad se ha manifestado en la sangre de la escritora. Muy probablemente, el título de la novela venga a hacer alusión a los padecimientos de su autora. De lo que no hay duda es de que su dolencia, que le afectaba principalmente a los huesos de las piernas, le condenó a moverse con muletas hasta el final de sus días.

El Sur religioso

De regreso a la granja de Milledgeville en que creciera, O’Connor simultanea la redacción de relatos cortos -el genero por antonomasia de la narrativa estadounidense, del que ella llegaría a ser una consumada maestra- con la cría de pavos reales. La primera colección de piezas breves aparece en 1955 bajo el título de 'Es difícil encontrar a un hombre bueno'.

El asunto de las narraciones vuelve a ser el mismo y la crítica vuelve a descubrirse ante la joven autora. En esta ocasión, el primitivismo religioso del Sur bíblico y protestante -ella era católica, debemos recordar- se nos presenta bajo los esquemas familiares de las tragedias griegas. Redención y condena son conceptos que gravitan sobre personajes "locales" e "históricos" según la propia definición de la escritora.

Una nueva novela aparece en 1960 con el título de 'El cielo es de los violentos'. Su protagonista vuelve a ser otro falso Mesías que busca la gracia a fuerza de golpes, inmerso en toda una galería de personajes que van de la comicidad a la extravagancia. 'Todo lo que crece tiene que converger' (1965), la última colección de relatos de O’Connor, llegará a las librerías meses después de que su autora haya muerto del mismo mal que la dejó lisiada. El óbito se produjo el 3 de agosto de 1964. Sus piezas breves serán reunidas siete años después en 'Todos los relatos de F.O.'.

Esto se publica con la falsa esperanza de que, vosotras queridas compañeras, os sigais dejando caer por aquí, si es así os agradecería en el alma que dierais señales de vida.

lunes, 28 de junio de 2010

Y todo por la paz




Juramento inicial (fragmento)

Lisístrata: Lampito, todas las mujeres toquen esta copa, y repitan después de mí: no tendré ninguna relación con mi esposo o mi amante.
Cleónica: No tendré ninguna relación con mi esposo o mi amante.
Lisístrata: Aunque venga a mí en condiciones lamentables.
Cleónica: Aunque venga a mí en condiciones lamentables. (¡Oh Lisístrata, esto me está matando!)
Lisístrata: Permaneceré intocable en mi casa.
Cleónica: Permaneceré intocable en mi casa.
Lisístrata: Con mi más sutil seda azafranada.
Cleónica: Con mi más sutil seda azafranada.
Lisístrata: Y haré que me desee.
Cleónica: Y haré que me desee.
Lisístrata: No me entregaré.
Cleónica: No me entregaré.
Lisístrata: Y si él me obliga.
Cleónica: Y si él me obliga.
Lisístrata: Seré tan fría como el hielo y no le moveré.
Cleónica: Seré tan fría como el hielo y no le moveré.
(...) Lisístrata: ¿Todas han jurado?
Mirrina: Todas



La comedia de Aristófanes representa un testimonio fidedigno de la vida cotidiana, social y política del siglo V ateniense. En Lisístrata se da una pintura singular de la disposición activa de las mujeres que realizan una huelga sexual para que los hombres terminen con la guerra como un alegato contra los horrores de la Guerra del Peloponeso semejante al de la tragedia Las troyanas de Eurípides. La comicidad del texto se despliega en continuas alusiones eróticas acompañadas de una profunda crítica a la ambición y la corrupción políticas, de modo que Lisístrata constituye tanto un documento de la decadencia de Atenas como un testimonio valiosísimo para la historia de la sexualidad y una visión muy particular de la función de la mujer en la sociedad antigua. >>>>>>>>>>

¿Nos apuntamos? Así, a primera vista, por lo actual a pesar de sus años, parece interesante, sino como lectura continuada de todas, sí para entreleer algún capítulo en las reuniones del club,o a la luz de las estrellas sobre la barca de la albufera, alguien declamando en plan rapsoda a Aristófanes... ¿Por qué no? Aunque sólo fuera por:


Ad astra per aspera

ó, al menos:

Gaudeamus igitur iuvenes dum sumus

lunes, 14 de junio de 2010

Informativo neutral

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La última estación
TÍTULO ORIGINAL The Last Station
AÑO
2009
DURACIÓN
112 min.
PAÍS
DIRECTOR Michael Hoffman
GUIÓN Michael Hoffman (Novela: Jay Parini)
MÚSICA Sergei Yevtushenko
FOTOGRAFÍA Sebastian Edschmid
REPARTO Christopher Plummer, Paul Giamatti, James McAvoy, Helen Mirren, Anne-Marie Duff, Kerry Condon
PRODUCTORA Coproducción Alemania-GB-Rusia
WEB OFICIAL http://www.sites.sonypicturesreleasing.es/sites/laultimaestacion/
PREMIOS 2009: 2 nominaciones al Oscar: Mejor actriz (Mirren), actor secundario (Plummer)
2009: 2 nominaciones al Globos de Oro: Actriz drama (Mirren), actor sec. (Plummer)
GÉNERO Drama | Biográfico. Siglo XIX
SINOPSIS

Sofía lleva medio siglo de feliz matrimonio junto a León Tolstói, pero ahora teme que su marido haya cambiado el testamento siguiendo los consejos de uno de sus pupilos. Si así fuera, los derechos de autor de sus obras irían a parar al pueblo ruso en vez de a su familia, lo que supondría una afrenta para su esposa. Mientras Sofía persigue a León por toda Rusia, Valentín, un fiel ayudante del escritor, intenta comprobar si la teoría de Tolstói sobre el amor ideal tiene sentido en la vida real.

Basada en la novela homónima de Jay Parini, "La última estación" no es un biopic sobre León Tolstói, sino una tragicomedia sobre el amor y el matrimonio. El conflicto entre el escritor ruso y su mujer representa el desgaste de los sentimientos, mientras que la relación que surge entre dos de sus seguidores se corresponde con los miedos y las ilusiones del primer amor. El cineasta Michael Hoffman (Un día inolvidable) investigó en la historia de Tolstói para comprobar la guerra abierta que surgió entre León y Sofía, encontrando material inédito que le sirvió para ambientar correctamente la película en su época.

El gran mérito del filme está en su reparto, ya que dos de sus intérpretes fueron nominados a los Oscar y a los Globos de Oro: Helen Mirren en la categoría de actriz principal y Christopher Plummer en la de secundario. La protagonista de "La Reina" y el actor de "El Imaginario del Doctor Parnassus" están acompañados por una joven pareja, la formada por James McAvoy (Expiación) y Kerry Condon (Las cenizas de Ángela). El casting principal se cierra con Paul Giamatti (Duplicity) y Anne-Marie Duff. "La última estación" es una co-producción entre Alemania, Rusia y Reino Unido.

Crítica

En las postrimerías vitales de Leon Tolstoi, Michael Hoffman se desliza con un diagnóstico crepuscular del estado de la cuestión de la utopía, en una aguda tensión entre el altruismo y el individualismo alrededor de la debilidad paradójica de un genio. El humanitarismo tolstoiano a examen, la vigencia del ideal de amor y solidaridad engullido por una sociedad no preparada para tales valores, en la vorágine del materialismo y el egoísmo crónico. Esa contradicción en el umbral de la muerte que atenaza a Tolstoi en sus últimos días, debatiéndose entre su compromiso con la humanidad y la lealtad a sus afectos, emerge en "La última estación" llena de matices en una odisea otoñal de interiores, melancólica y poética, como la vida misma del genial autor de "Guerra y paz".

"La última estación" es un biopic ejemplar precisamente porque no lo es ni quiere serlo. Pero como casi todas las buenas películas biográficas eleva una semblanza panorámica del personaje desde la singularidad y excepcionalidad de un momento, de un día, de un mes, de un año con mucha más intensidad que trazando el periplo hagiográfico de costumbre. Hoffman hurga en la vulnerabilidad terminal de Tostoi con una sensibilidad notable, con aplomo, sin caer en la trampa y la tentación del melodrama, dosificando los extremos de la tragedia y sabiendo jugar su mejor baza desde un segundo plano.

Cine de gran guión, impecable realización, pero sobre todo un apoteósico recital de cuatro actores fuera de serie. Christopher Plummer, Helen Mirren, James McAvoy y Paul Giamatti conforman un cuarteto prodigioso en cuyos rostros se escribe la tragedia de la ficción histórica casi por inercia. Con la perspectiva del tiempo resultan intolerables dos cosas: que Plummer fuese candidato sin premio al Oscar en la categoría de actor de reparto cuando es absoluto protagonista, y que Helen Mirren no le birlara la estatuilla a Sandra Bullock imponiendo la lógica y el sentido común. Ambos, él y ella, dibujan un romance inasequible al paso del tiempo absolutamente conmovedor, intenso, estoico, con los pies en el suelo y a la vez en la nube de un idealismo sentimental al que ninguno está dispuesto a renunciar.


CRÍTICAS
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"Cada segundo en el que Helen Mirren aparece en pantalla, es un estudio de un talento sin parangón" (Claudia Puig: USA Today)
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"La película es al mismo tiempo un ardiente enfrentamiento matrimonial y un gélido debate político, una "Guerra y Paz" en versión doméstica (...) un drama histórico enormemente entretenido" (Lisa Schwarzbaum: Entertainment Weekly)
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"Película más interesante que conseguida (...) Hoffman nunca resta con su puesta en escena, montaje y utilización musical, pero es incapaz de sumar." (Javier Ocaña: Diario El País)
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"Hoffman (...) simplifica la situación, no sin elegancia. (...) Los actores son fabulosos (...) pero una vez expuestas sus inquietudes, la acción se detiene, suenan los violines y el espectador se adormece. (...) Puntuación: ** (sobre 5)" (Federico Marín Bellón: Diario ABC)
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Extraido de Filmaffinity y 20 minutos.es /Cine

martes, 8 de junio de 2010

sábado, 15 de mayo de 2010

Tú tienes el reloj, yo tengo el tiempo


TU TIENES EL RELOJ, YO TENGO EL TIEMPO.
Entrevista realizada por VÍCTOR-M. AMELA a: MOUSSA AG ASSARID,


No sé mi edad: nací en el desierto del Sahara, sin papeles...!
Nací en un campamento nómada tuareg entre Tombuctú y Gao, al norte de Mali. He sido pastor de los camellos, cabras, corderos y vacas de mi padre. Hoy estudio Gestión en la Universidad Montpellier. Estoy soltero. Defiendo a los pastores tuareg. Soy musulmán, sin fanatismo-

¡Qué turbante tan hermoso...!
- Es una fina tela de algodón: permite tapar la cara en el desierto cuando se levanta arena, y a la vez seguir viendo y respirando a su través.
- Es de un azul bellísimo...
- A los tuareg nos llamaban los hombres azules por esto: la tela destiñe algo y nuestra piel toma tintes azulados...
- ¿Cómo elaboran ese intenso azul añil?
- Con una planta llamada índigo, mezclada con otros pigmentos naturales. El azul, para los tuareg, es el color del mundo.
- ¿Por qué?
- Es el color dominante: el del cielo, el techo de nuestra casa.
- ¿Quiénes son los tuareg?
- Tuareg significa "abandonados", porque somos un viejo pueblo nómada del desierto, solitario, orgulloso: "Señores del Desierto", nos llaman. Nuestra etnia es la amazigh (bereber), y nuestro alfabeto, el tifinagh.
- ¿Cuántos son?
- Unos tres millones, y la mayoría todavía nómadas. Pero la población decrece... "¡Hace falta que un pueblo desaparezca para que sepamos que existía!", denunciaba una vez un sabio: yo lucho por preservar este pueblo.
- ¿A qué se dedican?
-
Pastoreamos rebaños de camellos, cabras, corderos, vacas y asnos en un reino de infinito y de silencio...-

¿De verdad tan silencioso es el desierto?
- Si estás a solas en aquel silencio, oyes el latido de tu propio corazón. No hay mejor lugar para hallarse a uno mismo.
- ¿Qué recuerdos de su niñez en el desierto conserva con mayor nitidez?
- Me despierto con el sol. Ahí están las cabras de mi padre. Ellas nos dan leche y carne, nosotros las llevamos a donde hay agua y hierba... Así hizo mi bisabuelo, y mi abuelo, y mi padre... Y yo. ¡No había otra cosa en el mundo más que eso, y yo era muy feliz en él!
- ¿Sí? No parece muy estimulante. ..
- Mucho. A los siete años ya te dejan alejarte del campamento, para lo que te enseñan las cosas importantes: a olisquear el aire, escuchar, aguzar la vista, orientarte por el sol y las estrellas... Y a dejarte llevar por el camello, si te pierdes: te llevará a donde hay agua.
- Saber eso es valioso, sin duda...
- Allí todo es simple y profundo. Hay muy pocas cosas, ¡y cada una tiene enorme valor!
- Entonces este mundo y aquél son muy diferentes, ¿no?
- Allí, cada pequeña cosa proporciona felicidad. Cada roce es valioso. ¡Sentimos una enorme alegría por el simple hecho de tocarnos, de estar juntos! Allí nadie sueña con llegar a ser, ¡porque cada uno ya es!
- ¿Qué es lo que más le chocó en su primer viaje a Europa?
- Vi correr a la gente por el aeropuerto.. . ¡En el desierto sólo se corre si viene una tormenta de arena! Me asusté, claro...
- Sólo iban a buscar las maletas, ja, ja...
- Sí, era eso. También vi carteles de chicas desnudas: ¿por qué esa falta de respeto hacia la mujer?, me pregunté... Después, en el hotel Ibis, vi el primer grifo de mi vida: vi correr el agua... y sentí ganas de llorar.
- Qué abundancia, qué derroche, ¿no?
- ¡Todos los días de mi vida habían consistido en buscar agua! Cuando veo las fuentes de adorno aquí y allá, aún sigo sintiendo dentro un dolor tan inmenso...
- ¿Tanto como eso?
- Sí. A principios de los 90 hubo una gran sequía, murieron los animales, caímos enfermos... Yo tendría unos doce años, y mi madre murió... ¡Ella lo era todo para mí! Me contaba historias y me enseñó a contarlas bien. Me enseñó a ser yo mismo.
- ¿Qué pasó con su familia?
-
Convencí a mi padre de que me dejase ir a la escuela. Casi cada día yo caminaba quince kilómetros. Hasta que el maestro me dejó una cama para dormir, y una señora me daba de comer al pasar ante su casa... Entendí: mi madre estaba ayudándome...-
¿De dónde salió esa pasión por la escuela?
- De que un par de años antes había pasado por el campamento el rally París-Dakar, y a una periodista se le cayó un libro de la mochila. Lo recogí y se lo di. Me lo regaló y me habló de aquel libro: El Principito. Y yo me prometí que un día sería capaz de leerlo...
- Y lo logró.
- Sí. Y así fue como logré una beca para estudiar en Francia.
- ¡Un tuareg en la universidad. ..!
-
Ah, lo que más añoro aquí es la leche de camella... Y el fuego de leña. Y caminar descalzo sobre la arena cálida. Y las estrellas: allí las miramos cada noche, y cada estrella es distinta de otra, como es distinta cada cabra... Aquí, por la noche, miráis la tele.- Sí...

- ¿Qué es lo que peor le parece de aquí?
- Tenéis de todo, pero no os basta. Os quejáis. ¡En Francia se pasan la vida quejándose! Os encadenáis de por vida a un banco, y hay ansia de poseer, frenesí, prisa... En el desierto no hay atascos, ¿y sabe por qué? ¡Porque allí nadie quiere adelantar a nadie!
- Reláteme un momento de felicidad intensa en su lejano desierto.
- Es cada día, dos horas antes de la puesta del sol: baja el calor, y el frío no ha llegado, y hombres y animales regresan lentamente al campamento y sus perfiles se recortan en un cielo rosa, azul, rojo, amarillo, verde...
- Fascinante, desde luego...
- Es un momento mágico... Entramos todos en la tienda y hervimos té. Sentados, en silencio, escuchamos el hervor... La calma nos invade a todos: los latidos del corazón se acompasan al pot-pot del hervor...
- Qué paz...
- Aquí tenéis reloj, allí tenemos tiempo.
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Moussa Ag Assarid, es el mayor de trece hermanos de una familia nómada de tuaregs. Nació al norte de Mali hacia 1975 y en 1999 se trasladó a Francia para estudiar. Es autor de En el desierto no hay atascos, donde describe su fascinación y perplejidad ante el mundo occidental. Toda una reflexión sobre la “sociedad del bienestar” (¿…?), desde la perspectiva de unos ojos totalmente ajenos a nuestro cotidiano, particular y cada vez más y más discutible modo de vida ó “modo de sinvivir…”

martes, 11 de mayo de 2010

Holaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!


Solo por cambiar la cara, por saber si estáis ahí, por deciros que estoy aquí, que me ha cundido mucho y leido mucho, mucho, mucho, que os echo de menos, que se me ha roto mi rutina y para mi rutina es muy importante, así que como no me da más tiempo porqué estoy de estrangis, solo os puedo saludar y esperar que mañana se den mejores circunstancias y podamos retomar nuestra rutina.
Atentamente una que os quiere.

lunes, 26 de abril de 2010

Propuesta o algo así

http://www.relatscurts.tmb.cat/aspx/es-ES/relat_view.aspx?sid=6699. Este enlace lleva a la página de Transports metropolitans de Barcelona, es un concurso de relatos cortos que deben tener relación con los susodichos transportes, si en el buscador ponéis "Catipan" leeréis uno que ha presentado mi consorte, no lleva mala puntuación, tiene más estrellítas que muchos otros.



jueves, 22 de abril de 2010

Articulo de El pais semanal

alidad literaria. Número de lectores. Premios. Complicado trinomio que muy raras veces reúne un libro. El Booker Perdido trata de corregir viejos errores y acercar la buena literatura al mayor número de gente. Aspiran a él seis grandes obras de 1970, a las que una injusticia burocrática negó su sitio en la historia. El jurado son los lectores.

En qué se diferencian las dos listas de escritores que figuran en la parte inferior derecha de esta página?

Escritores que, además de hacer gran literatura, venden millones de ejemplares, como García Márquez o Naguib Mahfuz, hay muy pocos

Un jurado ha seleccionado seis obras finalistas. Ahora el fallo no depende de ningún experto, sino del verdadero protagonista: el lector

Este año surgió la idea de efectuar una convocatoria especial para las novelas que jamás pudieron presentarse

La respuesta (muchos de ustedes habrán caído en la cuenta) es que los escritores que aparecen en la primera lista obtuvieron el Premio Nobel de Literatura y los que aparecen en la segunda no. Hay una diferencia adicional: la nómina de autores que fueron galardonados con el Nobel incluye a varios escritores mediocres, mientras que la otra está formada exclusivamente por escritores cuyo talento es incuestionable.

¿Cómo actúa el paso del tiempo sobre la valoración de las obras literarias? ¿Quién está destinado a caer en el olvido? En 1904, estando aún vivo Benito Pérez Galdós, uno de los mejores novelistas que jamás ha dado España, el premio recayó en José Echegaray. El juicio de nuestros contemporáneos no es siempre equilibrado, pero el misterio de la gran literatura estriba en que, aunque sus obras no siempre resulten accesibles, no hay mejor cronista de la condición humana que un gran escritor. Las obras maestras de la literatura nos permiten entender mejor nuestro tiempo, la sociedad en la que vivimos, los conflictos que asolan nuestra existencia. Se diga lo que se diga, la gente sigue y seguirá leyendo, como demuestran los millones de ejemplares que venden los autores de best sellers, aunque lo que escriben Dan Brown, John Grisham, Stieg Larsson, Carlos Ruiz Zafón, o J. K. Rowling no es exactamente literatura. Escritores que, además de hacer gran literatura, venden millones de ejemplares, como García Márquez o Naguib Mahfuz, hay muy pocos. Lo logran porque, además de que su obra está rodeada de un aura de prestigio de la que los lectores se quieren contagiar, poseen el don de la accesibilidad, lo cual produce un milagro de comunicación en el que lo que se transmite es arte de verdad. Pero no siempre es así. Con autores como Robert Musil, Jorge Luis Borges, Thomas Mann o William Faulkner, la cosa cambia. Muchas de las cumbres de la literatura universal se lo ponen difícil al lector de a pie. Es una verdad incómoda, pero obras como el Ulises, La montaña mágica, La divina comedia o En busca del tiempo perdido tienen pocos lectores.

Todo esto suena un poco a elitismo, pero no lo es. En el fondo, la gran literatura aspira a ser democrática. Por eso resultan gratificantes iniciativas como la convocatoria del Booker Perdido, cuyo objeto es acercar la buena literatura al mayor número de gente y rectificar una injusticia histórica. El Premio Booker, uno de los más prestigiosos del mundo anglosajón, se fundó en 1969. Entre sus ganadores figuran un buen número de premios Nobel, como V. S. Naipaul, Nadine Gordimer, William Golding y J. M. Coetzee, además de otros escritores de gran calibre, como Salman Rushdie, Michael Ondatjee, Margaret Atwood o John Banville.

La injusticia que se trata de reparar se cometió hace 40 años, con motivo de la segunda edición del premio. Como consecuencia de la modificación de las normas que regulaban la manera de presentarse al mismo, éste dejó de tener carácter retroactivo. La extraordinaria producción novelística publicada en 1970 en el mundo anglosajón quedó automáticamente fuera de competición. A nadie se le pasó por la cabeza hacer nada al respecto hasta que a principios de este año surgió la idea de efectuar una convocatoria especial para las novelas que jamás pudieron presentarse. A fin de establecer un vínculo más íntimo con las obras aspirantes al Booker Perdido, se constituyó un jurado cuyos miembros habían nacido el mismo año en que se produjo el vacío: 1970. Tras un largo proceso de selección que redujo el número de novelas candidatas a un total de 21 títulos, hace unas semanas se hizo pública la lista de las seis obras finalistas. He aquí su relación:

1. Ahora que vuelve a estar en boga el género histórico, resulta interesante rescatar a una de sus maestras absolutas: Mary Renault (1905-1983). Autora de narraciones más convencionales, su verdadera contribución a la literatura la constituyen sus novelas ambientadas en la Grecia clásica, entre las que destaca la trilogía que dedicó a la figura de Alejandro Magno. Pocos autores, hombres o mujeres, han examinado la homosexualidad masculina con más sagacidad que ella. La novela con que aspira al Booker Perdido, Fuego del cielo, es una invitación a tirar por la borda todos los prejuicios contra la novela histórica.

2. Nacida en Sidney en 1931, uno de los rasgos más llamativos de Shirley Hazzard es la increíble lentitud con que gesta sus novelas. Entre Tránsito de Venus, su mejor obra, y El gran incendio, su última novela, publicada cuando contaba 72 años de edad, transcurrieron 23 años. Muy amiga de Graham Greene, publicó un libro sobre él. Los críticos destacan la singular capacidad de Hazzard para adentrarse en el laberinto de las relaciones humanas. La bahía de Nápoles, obra con la que compite por el Booker Perdido, es una novela corta que aborda magistralmente el misterio de la atracción sexual.

3. Londinense de 85 años, Nina Bawden es autora de más de 40 libros. Conocida por sus libros para niños, algunos de sus títulos están considerados obras maestras. Sus novelas para adultos dan la sensación de estar escritas por otra persona. Finalista del premio dos veces, la novela con la que opta al Booker Perdido, titulada Árboles llenos de pájaros, es una dura historia de drogas, infidelidad y esquizofrenia que reconstruye con pasmosa lucidez el ambiente de Hampstead en los años sesenta.

4. El anglo-irlandés James G. Farrell (1935–1979) es autor de un brillante corpus novelístico en el que destaca su Trilogía del Imperio, sagaz análisis de la caída del poder colonial británico. En 1973 ganó el Booker con el segundo volumen de la trilogía, El sitio de Krishnapur, considerada una de las mejores novelas inglesas de su época. Opta al premio con Troubles, primer volumen de la trilogía. De prosa desnuda, salpicada de toques de humor negro, resulta imposible dejar de leerlo.

5. Sin duda, uno de los grandes nombres de la literatura británica de la segunda mitad del siglo XX, la escocesa Muriel Spark (1918-2006) obtuvo en vida toda suerte de premios, salvo el Booker, al que opta ahora por tercera vez. Dama de la Orden del Imperio Británico y, como Graham Greene, católica conversa, durante años el genial novelista le enviaba vino y dinero, poniendo a cambio una condición: que “jamás se le ocurriera rezar por él”. El asiento de la muerte, candidata al Booker Perdido, novela de apenas 100 páginas (distancia en la que nadie la supera), es una obra maestra disfrazada de thriller psicológico.

6. Al australiano Patrick White (1912-1990) le repugnaban la fama y los premios literarios, con excepción del Nobel, que le fue concedido en 1973. No acudió a recogerlo y destinó su dotación económica a la creación de una fundación literaria. Opta al premio con El vivisector, extraña novela semiautobiográfica, de prosa hiriente, en la que se refleja su pasión por la pintura. Por sus páginas desfila, entre otros artistas reales, su amigo Francis Bacon. El libro lleva a cabo una dolorosa vivisección de lo que significa entregar la vida a cualquier forma de pasión creadora.

La labor del jurado termina aquí. A partir de ahora, los lectores tienen la palabra. Para votar hay que entrar en la página web del premio. El título de la novela ganadora del Booker Perdido se dará a conocer el próximo 19 de mayo. La elección está resultando sumamente reñida, dada la calidad de las obras que compiten por el premio. Una breve incursión en la Red permite comprobar que hay un número considerable de personas que están leyendo las seis novelas con pasión efervescente. La situación, en todo caso, es insólita: se trata de poner al azar en su sitio, rectificando un error histórico, y aunque hablamos de gran literatura, el fallo no depende de ningún experto, sino del verdadero protagonista del pacto literario: el lector de a pie.

Escritores que han obtenido el Nobel de Literatura

1Rudyard Kipling, Thomas Mann, Elias Canetti, Isaac Bashevis Singer, Saul Bellow, Octavio Paz, Luigi Pirandello, Herman Hesse, Gabriela Mistral, William Faulkner, Pablo Neruda, Samuel Beckett, Albert Camus, José Echegaray, John Steinbeck, Juan Ramón Jiménez, Winston Churchill, Jacinto Benavente, Ernest Hemingway, Miguel Ángel Asturias, Jean-Paul Sartre, Camilo José Cela, Vicente Aleixandre.

Escritores que no han obtenido el Nobel de Literatura

2 Franz Kafka, León Tolstói, Benito Pérez Galdós, Henrik Ibsen, Rainer Maria Rilke, Émile Zola, Henry James, Marcel Proust, Virginia Woolf, James Joyce, Robert Musil, Mark Twain, Alberto Moravia, Graham Green, Giorgio Bassani, Simone de Beauvoir, Vladímir Nabokov, Italo Calvino, Jorge Luis Borges, Evelyn Waugh, Julio Cortázar, Mario Vargas Llosa, Philip Roth.


sábado, 17 de abril de 2010

Pasión


El grito (en noruego Skrik), es el título de varios cuadros del noruego Edvard Munch (1833-1944) . Todas las versiones del cuadro muestran una figura andrógina en primer plano, que simboliza a un hombre moderno en un momento de profunda angustia y desesperación existencial, como la mia cuando llego a estas páginas, veo y me pregunto:
¿Más potaje de viernes santo........?

viernes, 2 de abril de 2010

VIERNES DE PASION



Viernes Santo de pasión; viernes si, santo parece ser que también, de pasión, los he tenido más apasionantes. He salido..., al balcón, atraída por el ritmo tribal de los tambores, empezaban a pasar esas figuras idénticas unas tras otras, en ese momento tocaban la trompeta y todavía me estoy preguntando porqué sonaba "the answer is blowing in the wind" de Bob Dylan, ¿porqué? ¿quien habrá decidido que esa canción podría ser de semana santa?, a la par, juntos pero no revueltos, y esperando que pasara la procesión, un coche con cuatro magrebís con música árabe a tope que también estaba blowing in the wind. Los vecinos de enfrente corrían para no perderse ni una de las figuras idénticas que pasan una trás otra, lo comprendo, es apasionante, y si se pierden algo, se lo han perdido para siempre, porqué esto viene siendo como una performance, expresión artística única e irrepetible; ¡cómo somos las personas!. El sol me daba de pleno en el cogóte, me estaba calentando incluso demasiado, eso me ha hecho pensar en las miles o cientos de miles de personas que en ese momento estaban disfrutando del aperitivo en un chiringuito de la playa, no eres nadie si un viernes santo no lo haces, yo, no soy nadie. Cuantos en ese momento chiringuito, piensan que son hasta felices, sólo están disimulando sus infelicidades, bueno, pues disimulemos mientras podamos, yo, puedo poco.

La salida del día ha terminado, tenía que hacer el potaje de viernes santo, hay que respetar las costumbres y en tal dia como hoy no se come carne, sólo te hinchas de garbanzos con bacalao. La decepción ha venido cuando esperando que me pusieran una pelicula de romanos malísimos que
maltrataban a los judios, en su lugar han puesto una americanada totalmente laica. ¿Donde vamos a parar, a ver si al final este país también es laico?. Voy a tener que ir a la procesión del entierro, a falta de chiringuito....

martes, 30 de marzo de 2010

El personal entero de este hospital está bailando para aumentar laprevención del cancer de mama. Si consiguen 1.000.000 de "click" en elenlace de youtube, recibirán una gran donación para el tratamiento delcancer de mama de la compañía que fabrica los guantes rosas.

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viernes, 26 de marzo de 2010

El síndrome de...¿mio?


Sthendhal, durante un viaje que realizó por la Toscana, visitó Florencia y saliendo de la iglesia de la Sta. Croce sufrió un aturdimiento acompañado de palpitaciones y vértigo y sensación de ahogo, acababa de acuñar sin el saberlo el "Sindrome de Sthendal", síndrome que padecen millones de viajeros ante la sobredósis de belleza que Florencia emana.
Estoy leyendo "La balada del café triste" y creo que he descubierto un nuevo síndrome, se podría llamar como cada una de las personas que lo sienten, que lo gozan oque lo padecen, porqué afortunadamente no soy la única que ha claudicado ante esta sobredósis de belleza que casi me ha llevado al éxtasis,peroes una emoción tan íntima y solitaria que que en ese momento crees que eras la única persona en el mndo que eres capaz de sentirla. Todo esto me ha llevado a pensar (hoy me ha dado por pensar más dela cuenta) si esta emoción será comparable a la que pueda sentir un aficionado a los toros viendo una buena faena, o un futbolero, o a la mística religiosa y me lo pregunto porqué carezco de cualquiera de las tres. ¿Se tendrá que tener una sensibilidad especial para cada una de ellas? o ¿una misma persona, puede ser aficionado a los toros, con todo lo que ello implica, disfrutar de una jugada de fútbol, y de la balada del café triste?, y así puedo seguir con otras artes como la pintura, la danza o la música con las que si puedo sentir el mismo sindrome. Ay, Dios mío! en que berengenal me he metido,¿se me entiende?

martes, 23 de marzo de 2010

Si me quéreis : ¡ESCUCHARME!


Homenaje a Lola,
Y, sí, esto es un homenaje a Lola porque hoy, leyendo uno de los cuentos de la Carson, se me ha venido a la memoria la noche, llamémosla del biombo, cuando desde el fondo sur de su corazón, la misma Lola, nos increpó: “¡Me cagu’en dena! Pero, un momento, Aixó, ¿qué vol dir? ¿es que no aneu a dir res dels relatos?, ¿Ja está, ja s’acabat? ¿Ningú no té res a dir, perque no podeu negarme que tot el que conta ahí es com la vida misma? ¿Qué no vos a pasat un moment, no habeu vivit un instant de tot el que diu? Xé, pos ara si que estem bé, au! ¡M’en vaig a fer un cigarret, que açó no pot ser! S’haurá vist cosa igual …”
Y es que nuestra Lola es concreta, concisa y desde luego de carta cabal, no se suele explayar con sus impresiones, pero transmite como una sabiduría intuitiva, que en dos sensaciones, sin más adjetivos, te sitúa una emoción. En un vist i no vist, que diría ella te plantea el grueso del dilema de un libro. Y esto viene al hilo de que, esta tarde, leyendo el relato de Carson McCullers, Madame Zilensky y el rey de Finlandia, he pensado en cuánta razón tenía… Me explico, o lo intento: El cuento, por si no lo recordáis ahora, trata de una profesora de piano, Madame Zilensky, una mentirosa compulsiva, que igual cuenta haber visto al rey de la república de Finlandia en una pastelería, que haber concebido sus hijos en amores delirantes y frenéticos con un francés, ó con un polaco que tocaba el flautín, como nos cuenta su safari en Africa, como... no sé cuántas cosas (vidas) más. Cuando la profesora de música es descubierta por su jefe, éste va directo a ella, sin dudarlo, convencido de su rectitud, a desenmascararla, a descubrirse conocedor de
sus quimeras, pero en el transcurso de la conversación flaquea, algo se le mueve en su no-razón y ya nada es del todo cierto, nada es del todo mentira, hasta el perro de los vecinos comienza a correr hacia atrás...
Yo, alguna de vosotras también, conocí una vez a un mentiroso compulsivo, alguien que te encajaba la mayor de las trolas entre pecho y espalda sin mover una pestaña y así una y otra y otra; No es que fuéramos unas ingenuas o incautas, sino que lo que hacía más creíble todo es que él no conseguía ninguna ventaja por ello y por esto nos resultaba del todo inverosímil que estuviera mintiendo otra vez, ¿para qué?, y así nos tragábamos una, otra y otra patraña. Nunca entendí el porqué de aquello salvo que sería algún desarreglo patológico, aunque no peligroso.
Al leer este cuento y recordar las palabras de Lola, que nos decía que todo lo que contaban a ella le había pasado aunque fuera un momento, pensé es verdad.
¿Quién como Madame Zilensky no se miente un poco, un poquito, cada día sólo para seguir viviendo? Yo sí, cuando huyendo de la rutina invento ilusiones, cuando lo que debería ser sólo una sonrisa lo estrujo para que sea carcajada, cuando pienso qué bien con aquello que al final acepto porque no puedo cambiar y así unas cuantas mentiras cada día. No llego a la compulsividad, no llego a la patología, no engaño a nadie, sólo cambio un trozo de ingenuidad por un guiño a la realidad, una mentirijillas a cambio de darle color a la vida y es que en “un mundo irreparablemente divido entre los que creen en el orden establecido por un metrónomo y los que prefieren tener fe en las más verdaderas de las mentiras” : yo perdí el metrónomo.