viernes, 19 de junio de 2009

Alud verbal?

Mientras cientos de glotones cosacos esperaban ansiosos la entrada de ciertas señoras pomposas a las entradas gloriosas de las campanas de plata que tañian como locas en los balcones a la espera de que los citricos que no soportaban su levedad alcanzaran la gloria desde las alturas de las torres petronas en los confines imaginarios de los peloteos de las máquinas especilistas en romper la monotonia queme invade al atardecer en los campos de golf sobre las verdes arenas sobre todo cuando compongo canciones vetustas. Sin embargo a ciertos hombres con pinganillos al cuello esperando la orden del barbero que indiscriminadamente va preguntando el horario de los trenes en las estaciones azules, solamente se acompañan de laudes en ocasiones importantes como cuando se inauguran exposiciones al aire libre y temen que los acorralen sin orden ni concierto empleados vestidos con monos colorados con ritmos galopantemente sinuosos y esperpenticamente amables solamente en esos momentos y por orden de las autoridades competentes aplauden sonaramente las gitanas con sus farolillos multicolores, pero solamente en actitud cariñosa con las farolas que invaden los carriles de bicicleta y que joden el paisaje vervenero de los actuales gansos..............¿Te refieres a esto, Thelma, cuando decias que te gustaba escribir lo que te venia a la cabeza?. Yo, si que es lo que hago. Probad, relaja mucho.

lunes, 15 de junio de 2009

Y tú, ¿Con qué vaca te quedas?


Se titula "La economia contada por vacas", no sé de quién es, circula por ahí y la verdad es que tiene mucha nata...:
Socialismo: Tú tienes 2 vacas. El estado te obliga a darle 1 a tu vecino.
Comunismo: Tú tienes 2 vacas. El estado te las quita y te DA algo de leche.
Fascismo: Tú tienes 2 vacas. El estado te las quita y te VENDE algo de leche.

Nazismo: Tú tienes 2 vacas. El estado te las quita y te dispara en la cabeza.
Burocratismo: Tú tienes 2 vacas. El estado te pierde una, ordeña la otra y luego tira la leche al suelo.
Capitalismo tradicional Tú tienes 2 vacas. Vendes una y te compras un toro. Haces más vacas. Vendes las vacas y ganas dinero.
Capitalismo moderno: Tú tienes 2 vacas. Vendes 3 de tus vacas a tu empresa que cotiza en bolsa mediante letras de crédito abiertas por tu cuñado en el banco. Luego ejecutas un intercambio de participación de deuda con una oferta general asociada con lo que ya tienes las 4 vacas de vuelta, con exención de impuestos por 5 vacas. La leche que hacen tus 6 vacas es transferida mediante intermediario a una empresa con sede en las Islas Cayman que vuelve a vender los derechos de las 7 vacas a tu compañía. El informe anual afirma que tu tienes 8 vacas con opción a una más. Coges tus 9 vacas y las cortas en trocitos. Luego vendes a la gente tus 10 vacas trozeadas. Curiosamente durante todo el proceso nadie parece darse cuenta que, en realidad, tú sólo tienes 2 vacas.
Economía japonesa: Tú tienes 2 vacas. Las rediseñas a escala 1:10 y que te produzcan el doble de leche. Pero no te haces rico. Luego ruedas todo el proceso en dibujos animados. Los llamas ‘Vakimon’ e incomprensiblemente , te haces millonario.
Economía alemana: Tú tienes 2 vacas. Mediante un proceso de reingeniería consigues que vivan 100 años, coman una vez al mes y se ordeñen solas. Nadie cree que tenga ningún mérito. Economía rusa: Tú tienes 2 vacas. Cuentas y tienes 5 vacas. Vuelves a contar y te salen 257 vacas Vuelves a contar y te salen 3 vacas. Dejas de contar vacas y abres otra botella de vodka.
Economía china: Tú tienes 2 vacas. Tienes a 300 tíos ordeñándolas. Explicas al mundo tu increíble ratio de productividad lechera. Disparas a un periodista que se dispone a contar la verdad.
Economía iraquí: Tú no tienes vacas. Nadie cree que no tengas vacas, te bombardean y te invaden el país. Tú sigues sin tener vacas.
Economía suiza: Hay 5000000000 vacas Es obvio que tienen dueño pero nadie parece saber quién es.
Economía francesa: Tú tienes 2 vacas. Entonces te declaras en huelga, organizas una revuelta violenta y cortas todas las carreteras del país, porque tú lo que quieres son 3 vacas.
Economía neozelandesa: Tú tienes 2 vacas. La de la izquierda te parece cada día más atractiva.
Economía española: Tú tienes 2 vacas, pero no tienes ni idea de donde están. Pero como ya es viernes, te bajas a desayunar al bar que tienen el Marca. Si acaso, ya te pondrás a buscarlas el miércoles después del puente de San Aniceto.

jueves, 11 de junio de 2009

sábado, 6 de junio de 2009

Buscando en la gatera


Qué profunda emoción recordar el ayer, cuando todo en Galiza me hablaba de tí... Y es que en este dolce haber niente del blog que se nos muere, me obligo a buscar en cualquier rincón de mi alma, o lo que sea, algo, una lucecilla, que me proporcione tres destellos, dos recuerdos, una sensación, una imagen o dos palabras con los que hilar unas cuantas frases que me sirvieran de anzuelo con el que repescar antiguas plumas, esas que nos hablaban de camareras enanas, de chicas que iban al baño con el bolso a cuestas, de cronopios y famas, de preciosos piojos que desayunaban horchata, de canicas, de bellas actas de reunión, de amores de abuela, de verdades editoriales y desidias contenidas, que ya hoy han ganado demasiadas batallas; Decía, que se me va la pinza, que buscando lucecillas, una excusa, al fin, para asomarme aquí, que: Qué profunda emoción recordar el ayer, y es que abrí un cajón que me recordaba Galiza, Galicia, el camino de Santiago, ese que volvería, que no sé si volveré, a hacer, fueron 7 días de una magia especial; No sé lo que sentirán los que lo hacen con una vocación cristiana, pero puedo facilmente comprender que se extasíen pensando en bondades divinas que surgen, creo yo, de aquello más humano, ese sentir sencillo y especial que ocurre cuando nos encontramos persona a persona con los otros, con nosotros y con la naturaleza, sin más medios que tú mismo, con la fuerza de tus anhelos y el reto de cada día llegar un poco más adelante, para entonces apreciar con qué poco se es feliz, con qué poco se consigue hacer camino, cómo tan poco al tiempo es tanto, porque eres tu sola, contigo y tu voluntad y te sientes grande con las cosas más pequeñas y te sientes rica con un sorbo de agua y te sientes satisfecha al coronar un repecho y te sientes radiante al salir de la neblina y te invade el optimismo bajo la ducha de final del día y entonces te hablan los recuerdos. Sensaciones íntimas, pero comunes a todos aquellos que vas conociendo en el caminar diario, a los que echas en falta cuando se retrasan en su encuentro, con lo que hablas, o a los que sólo regalas, te regalan, un gesto y entonces sientes, piensas la grandeza de lo humano y la tristeza de lo mucho que nos olvidamos de ello en el devenir diario, cuando nos alejamos de los paisajes verdes, de los frondosos valles y nos rebozamos en el asfalto negro y el alquitrán asfixia lo humano, volvemos la espalda a nosotros y, equivocados, buscamos la felicidad donde sólo existen negros barros.
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